Suscríbete a nuestra newsletter
Probamos el majestuoso Rolls-Royce Phantom de 2022, todavía con un V12, y no se nos ocurre un coche más lujoso que este
¿Has estado alguna vez en Varsovia? ¿No? La ciudad es una de las más bellas de Europa. En las últimas décadas, los polacos no solo han sabido cómo modernizar su capital y crear un horizonte impresionante, sino que también han renovado el casco antiguo con mucho acierto. Y a esta ciudad hemos viajado en esta prueba del Rolls-Royce Phantom de 2022.
El resultado es una metrópolis que no solo es notablemente limpia, sino también habitable y, sí, rica. Entonces, un automóvil aristocrático como este Rolls-Royce cuadra perfectamente en su señorial paisaje.
VÍDEO: ¡Qué belleza! El Rolls-Royce Phantom recorriendo la costa azul
El Rolls-Royce Phantom y Varsovia crean una imagen armoniosa de lo antiguo y lo nuevo. Así como la gente de Varsovia está feliz de que se haya preservado la historia de su ciudad, según Rolls-Royce, los clientes del transatlántico de lujo también han pedido con urgencia que no cambien demasiadas cosas en la nueva edición en 2022. Todo está bien como está.
Ergo, un V12 de 6,75 litros, que genera 571 CV, continúa bombeando bajo el barroco capó. Al menos hasta que el primer Rolls-Royce a batería llamado Spectre electrifique al público selecto.
Pero en el futuro, el motor eléctrico ciertamente no será más silencioso que la unidad V12. Y es que el doce cilindros ronronea suave y silenciosamente, como un gatito contento. Pero quiere ser alimentado con amor. Cuenta, como poco, con 15,5 litros de combustible cada 100 kilómetros, según el ciclo WLTP.
¿Pero a quién le importa el consumo cuando has pagado al menos 400.000 euros por tu vehículo?. Como es bien sabido, los costos futuros de electricidad y combustible simplemente no juegan un papel relevante en los 5.600 clientes que compraron un Rolls-Royce en 2021 en todo el mundo.
Como nos dice el fabricante británico, "todo lo que a los clientes de Rolls-Royce les encanta de este superlativo objeto de lujo se ha conservado y protegido cuidadosamente", y agregan: "Las mejoras sutiles pero sensibles reflejan la evolución de los gustos y requisitos de los clientes".
El Phantom ahora rueda hacia el sol naciente de Varsovia con una parrilla del radiador iluminada cuya geometría ha sido ligeramente modificada y en la parte superior de la cual aparece el mascarón de proa, el Spirit of Ecstasy, hecho de fibra de carbono fresada (!).
Cambios que son tan marginales, casi banales, que de todos modos no llaman la atención de los transeúntes en la capital polaca. Otra cosa es el tamaño de esta fortaleza: con una longitud de casi 5,77 metros y un ancho de 2,02 metros, el Phantom gira cabezas por cada calle que pasa.
Seguimos rodando con la de los faros cortados con láser hasta que escapamos de la locura cotidiana de la gran ciudad y nos sumergimos en carreteras rurales y autopistas.
Es lo más parecido a estar en una burbuja aislada del mundo exterior, especialmente en la segunda fila: tapicería de cuero suave de primer nivel, es lo más parecido a acceder a una suite de lujo después de haber accedido por sus enormes portones eléctricos.
Te dan ganas de descalzarte para sentir el tacto del tejido de lana que cubre el suelo, proveniente de ovejas del norte de Escocia. ¿De dónde, exactamente? Secreto comercial. Después de todo, se trata de la singularidad absoluta.
Esto también se aplica a la experiencia del asiento, que es aún más exclusiva en la versión larga, el Phantom Extended, con una distancia entre ejes de 3,77 metros.
Con las piernas estiradas en los cojines, bebiendo un sorbo de champán helado de la copa, el viajero se escapa del mundo exterior. Miras hacia arriba y tienes el cielo estrellado que recubre el revestimiento del techo, miras hacia delante, y tienes una película en el monitor de 12,3 pulgadas que, literalmente cae de las nubes. O, simplemente, déjate arrullar por la mejor música saliendo por los altavoces celestiales.
El chasis "Magic Carpet Ride" analoza la carretera hasta una velocidad de 100 km/h y la suspensión neumática se adapta imperceptiblemente a las condiciones del asfalto. Prácticamente no sientes ningún bache, por pronunciado o corto que sea.
Y eso a pesar del hecho de que el Phantom rueda sobre poderosas ruedas de 22 pulgadas. En resumen, desde nuestro punto de vista es difícil decir qué se puede mejorar en un Phantom. El lujo es omnipresente y aparentemente coherente está en cada fibra…
Vale, es algo muy pequeño, pero debemos reseñarlo. El botón para abrir el apoyabrazos central se tambalea como la cola de un cordero y el plástico se siente como si fuera el de un Daihatsu de los 90.
Es sorprendente que nadie haya prestado atención a este detalle hasta ahora. ¿O tal solo los chóferes? Pero claro, ¿a ver quién es el guapo que le dice a su ilustre pasajero que el coche en el que se ha gastado medio millón de euros tiene un defecto así?
Lujo, comodidad, respuesta del motor, silencio
El consumo también es celestial
Suscríbete a nuestra newsletter